jueves, 21 de mayo de 2009

LOS WAYUU

MITO DE LA CREACIÓN
Al principio solo vivía Maleiwa, allí arriba muy lejos, cerquita de Caí (sol) y al lado de Kachi (luna); también vivía con ellos Juya (lluvia) y aquí a bajo estaba Mma (Tierra), muy sola.
El sol Kaí tenia una hija llamada Warattui (Claridad) y la luna (Kashi) una hija llamada Pluushi (oscuridad). Shulliwala (estrellas) eran hijas de Pluushi.
Un día Juya empezó a caminar y se encontró a Mma y brotó con ella, se enamoró de ella y en su alegría cantó y su canto fue un Juka Pula Juka (Rayo) que penetró en Mma y brotó de ella un Ama Kasutai (caballo blanco) que se convirtió en Ali Juna y fue papá de todos los Ali Juna Blanco.
Mma quería más hijos y entonces Juya siguió cantando y muchos rayos cayeron y Mma parió a Wunu Lia (plantas) que brotaban en su vientre; tenían muchas formas y tamaños, pero todas eran quietas y no se movían. Mma seguía triste porque ella quería hijos que caminaran, se movieran, y fueran de un lugar a otro.
Maleiwa no quería ver triste a Mma, por eso vino a Wotkasairu, aquí en la Alta Guajira y tomó pootchi: -Ustedes serán los Wayuu (hombres), hablarán y caminarán por todas partes, esta tierra será suya. Siguió haciendo figuras pero a ellas les dijo: -A ustedes no las dejo hablar, ustedes serán Muru-ulu (Animales). Los hizo de diferentes tamaños y formas, unos grandes y otros pequeños, unos con cuatro patas y otros con dos. A unos les dio brazos para volar, a otros los dejo aquí caminando. Maleiwa es el Julaulashi (jefe o autoridad superior). Les ordeno a los Wayuu que no podían pelearse, tenían que vivir en paz y respetarse.
No puedes matar a ningún Wayuu porque será vengado y pagará toda tu familia, no derrames sangre porque en ella está la vida. Por eso cuando la derrames, cóbrala. No cojas lo ajeno. No es tuyo, si lo haces tendrán que pagar tres veces más el daño hecho.
Esas son las ordenes de Maleiwa y nosotros la respetaremos y la cumplimos. Todos lo han hecho, nuestros antepasados y nosotros ahora.


ARTESANIAS
Las manos Wayuu no han dejado de expresarse mediante el arte y su producto es reconocido en donde ha tenido oportunidad de mostrarse. Desde la construcción y distribución de sus peculiares comunidades o rancherías –Piichipata-, hasta el delicado tejido en cestería del sombrero, el Wayuu manifiesta a través de sus colores subidos, su alegría.

Entre los Wayuu el tejido es una labor que se ha mantenido con fuerza expresiva. Según tradición oral, la araña fue el animal que les enseño como entretejer hilos y plasmar los dibujos, así como el comején les reveló la tarea de remendar las telas. A partir de ritos especiales, la costumbre de tejer se ha mantenido conjuntamente con otras labores cotidianas como la caza, el pastoreo y la pesca. El valor que el arte de tejer , crear y plasmar dibujos tiene entre los Wayuu está determinado por la importancia que le dan sus familias o clanes desde que la adolescente es sometida al tradicional “encierro”, un lapso de tiempo en el que la joven es aislada de la comunidad para ser instruida por las mujeres mayores en las actividades más importantes que realizará como mujer dentro de la sociedad wayuú- a partir de este momento la mujer, quien a diferencia del hombre es quien más se dedica a la labor del tejido, reconoce la importancia de este dentro de su clan.



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